La Industria es la actividad económica fundamental de sector secundario, que se encarga de
transformar los productos naturales (materias primas) en otros productos
elaborados y semielaborados.
Gracias a la Revolución Industrial ocurrida en Gran Bretaña en
el siglo VIII, y al invento de nuevas máquinas que hicieron las tareas
anteriormente realizadas por personas, se ha logrado el crecimiento de préstamos y expansión de la banca, la producción industrial
a gran escala, concentración de capitales, división de trabajo, aumento de productividad, uso de
nuevas tecnologías, etc.
Las características más representativas de la industria es que consume grandes cantidades de energía, indispensable para
sus procesos productivos; requiere de la inversión de mucho capital, de enormes cantidades de materias primas, de mano de obra calificada y de mercados de alto poder de compra.
Está fuertemente
concentrada a escala mundial
En Norteamérica, Europa Occidental, Rusia y Japón; y a
escalas de los países, en principales centros urbanos, pues es una actividad propia de las
grandes ciudades. Esta concentración responde a la centralización de intereses administrativos, financieros y políticos.